Investigación histórica de hechos y personajes relevantes en el mundo de la náutica en la Vila Joiosa (Alacant).

martes, 8 de julio de 2008

JUAN FERRANDIZ ZARAGOZA, CAPITAN DEL VAPOR JOVELLANOS


Otro de los grandes navegantes vileros fue JUAN FERRÁNDIZ ZARAGOZA, nacido en 1817 embarcado desde muy joven , pronto adquirió fama y prestigio como marino, capitán de veleros de gran porte, sus periplos llegaron a China y Filipinas. Se casó en la Vila con Marciana Niño que era nacida en Sevilla, donde se trasladaron por algún tiempo y en 1847 Marciana dio a luz un varón JOSÉ FERRÁNDIZ NIÑO que llegaría a Almirante y Ministro de Marina.
Frecuentaba por comercio y amistades la ciudad de Nerja (Málaga) donde cargaba azúcar y productos de la Vega En 1857 se le entrego el mando del Vapor Jovellanos, de 499 ton. construido en Greenock (G.B.) por Scott & co. fue uno de los primeros vapores de helice en España.



Incidente en Gijón: el 8 de febrero de 1863 el capitán JUAN FERRÁNDIZ ZARAGOZA al mando del Vapor Jovellanos zarpó del puerto de Cádiz con un cargamento de sal , tabaco y otros efectos con destino a la Coruña, Gijón y Santander. Llegó el 12 de febrero a la Coruña donde entregó el cargamento para seguir a continuación ruta en demanda del puerto de Gijón , en cuya concha penetró la tarde del día 13 saliendo a su encuentro una lancha con el práctico a bordo. Preguntado por el capitán Ferrándiz si podía entrar su buque en puerto, el práctico le contestó que no podía entrar dado el gran calado del Jovellanos, ante lo cual se procedió a fondear el buque en la concha y en la madrugada del día 14 se inició la descarga de la sal por medio de lanchas y gabarras. el día 15 el capitán observa que el calado del buque era ya solo de 10,5 pies ingleses y se dirige de nuevo al práctico para preguntarle si ahora podía entrar sin riesgo en el puerto, a lo cual recibe respuesta afirmativa y le dice al capitán que leve anclas. Cuando el vapor iba enfilado las rocas del puerto se escucha un desgarrador ruido , pesadilla de todo marino , el barco encalla en las rocas, una vía de agua se abre paso entre los sacos de sal y tabaco de la bodega , no dan abasto las bombas para achicar tanta agua como entra por la brecha del casco. Según cuenta el capitán "se adoptan cuantas disposiciones previene el arte para conservarle en buena situación, y últimamente en junta de oficiales se resuelve arrojar la sal al mar, a f¡n de poner a flote el buque" así mismo , gabarras y lanchas se pusieron al costado del buque con el fin de evitar en lo posible mayor avería. En total se perdieron 2.130 quintales de sal, pero no hubo que lamentar ninguna perdida humana.
En el juicio celebrado a fin de dilucidar las responsabilidades habidas por el incidente el capitán Ferrándiz quedó exonerado de toda culpa al haber obrado de manera diligente y responsable.

Foto: el Jovellanos hundiéndose en Pasajes. Grabado de la Ilustración Española y Americana 8 de diciembre 1881.

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